salar

SALAR

La sal del desierto habla de un ex fondo marino. 

Habla de una masa de agua salada que en algún momento habitó ese lugar.

Testigo del paso del tiempo y de vidas anteriores, la sal nos recuerda un tiempo que ya no existe, que mutó, que evolucionó, que cambió.

 

Valorada desde tiempos inmemoriales, hoy se para orgullosa y se deja ver flamante con sus formas irregulares que parecen geometricas y perfectas pero no lo son. Cada una tiene su forma particular, y en conjución con las otras forma un hermoso patrón único e indestructible.

 

Patrones que decoran cordilleras y suelos, que crujen al esconderse el sol y que permanecen. A pesar del paso de los años y de los siglos, quedan ahí, incólumnes, flamantes y majestuosos.

SALAR es historia, presente y futuro.

SALAR es Chile, Bolivia, Perú y el mundo.

SALAR eres tú y soy yo.

Hoy, SALAR es joya.